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ENERO 2014  /  ENTREVISTAS

¿QUÉ HAY DETRÁS DE UN PROGRAMA DE ÉXITO?

07-10-2014 7:17 p.m.

El próximo mes de marzo cumplirán seis años en antena de forma ininterrumpida y eso ya dice mucho de Comando Actualidad. Un programa semanal que emite TVE y que tratan temas de actualidad a través de las miradas de sus reporteros. Pozuelo IN quiso conocerlos y ver qué y quiénes hay detrás para conseguir mantenerse en la primera línea informativa

Cuando entras en RTVE, en las instalaciones que hay en Prado del Rey, piensas que el bullicio y la mezcla de cacofonías que ves por televisión se va a reflejar por os pasillos de las instalaciones que albergan sus estudios. Pues nada de eso, el silencio predomina. Hasta que entras en el estudio de Comando Actualidad. Allí es donde trabajan como reporteros Sara Lozano, Mario Montero, Teresa Perales, Mila Payo, Mónica Hernández, Juan Carlos Cuevas, Silvia Sánchez, Eneko Carazo y Raúl García, quien es también el director del programa. Son las caras del programa, los que vemos tras las vallas de Melilla y Ceuta, los que fueron a Filipinas para mostrarnos las primeras horas tras el tifón que asoló el país hace pocos meses… Además de estos periodistas, el equipo lo completan dos subdirectores (César Pérez y Daniel Galindo), María José Rodríguez en producción y seis cámaras, que acompañan a los redactores a la calle.
Raúl se muestra muy orgulloso del trabajo que hacen, ya que “nos hace mantenernos en emisión durante todo este tiempo”, asegura. Resume el día a día de la redacción señalando que lo primero que hacen es ver los temas de actualidad que van a tratar y el cómo lo van a realizar. En el plazo de un mes tienen planteados los cuatro temas que van a emitir, uno por semana.

Muchas versiones y variantes de un mismo tema

Para ello tienen que hacer una gran labor de investigación porque no solo tratan el tema como tal, sino que queremos hablar con todo lo que lo rodea. Así, para la emisión del programa “Si yo fuera rico…” (trataba sobre la lotería de Navidad), “hablamos con asesores fiscales, loteros, gente a la que le ha tocado la lotería en años anteriores, con el señor que ha conseguido sacarse una licencia para poder vender lotería en la calle, que es lo que le está sacando las castañas del fuego a su familia, etcétera. No queremos que nos lo cuenten, queremos verlo”, señala el director del programa.
Continúa asegurando que “hemos creado un crisol alrededor de la lotería, como de la ilusión de que te toque. Es muy importante conocer a ese señor o señora al que le ha tocado la lotería y que veamos cómo ha comprado un coche, cómo ha ayudado a su hijo, cómo ha terminado de pagar la hipoteca. Es decir, queremos que nos lo cuenten, pero siempre de primera mano y en su ámbito”, insiste Raúl.
“Así lo hacemos en todos los programas que hacemos. Hay que tener en cuenta que son programas de una hora de duración y eso, en televisión, es muchísimo tiempo. Por eso necesitamos contar sobre una misma historia, muchísimas historias que giren a su alrededor”, señala Raúl, que define el programa como poliédrico. Es decir, hacen un programa con muchas vertientes y variantes.  Dificultad y mérito hay en ese trabajo.

Una redacción muy social

Conforme Raúl nos va contando eso, van entrando y saliendo reporteros que tienen que ir a minutar o a maquillarse o vienen a hacer los primeros trabajos de producción concertando entrevistas… Pegados a sus teléfonos o a sus ordenadores, preparando su próximo trabajo.
Destaca la vertiente personal de cada programa la empatía que cada uno de los reposteros adquiere con los personajes de sus reportajes. “Qué duda cabe de que nos tenemos que poner la coraza cuando afrontamos el trabajo, pero después de pasar cinco o seis horas con los entrevistados, terminas creando algún tipo de vínculo”, concluye Raúl.
Una afirmación que corroboran todos los redactores del programa. Muchas de ellas, como Mila, sigue manteniendo el contacto con algunas de las personas que han entrevistado, como la madre que dio a luz en el programa “Todo por un hijo”. Asegura que estuvo varios días en su casa hasta que dio a luz para grabar el parto “y eso, al final, me unió a ella. Se crean lazos afectivos que nos unen a ellos”, asegura.
Mónica también afirma lo mismo que su compañera: “es muy difícil no crear una unión con estas personas con las que compartes momentos que son muy importantes para ellos. Nosotros sacamos la vertiente más social en cada programa y la gente es muy sensible con los temas que le afectan”.

Trabajo con un gran resultado

Para llegar a esto, lo primero que hacen es desmenuzar el programa que se ha propuesto. Ellos trabajan siempre con una semana vista. Esquemáticamente, después de sacar todas las posibilidades y enfoques que le pueden dar, asignan lo que ellos llaman “miradas”, en las que se dan un par de secuencias a cada reportero (normalmente, son dos los que hay en cada emisión). Ahí empieza la labor de producción, que lleva un trabajo de entre una semana o diez días, a través de teléfono o directamente en la calle (Teresa se iba en ese mismo momento a preparar su próximo programa). Luego viene el trabajo de visionado de todo lo grabado y finaliza con el montaje.
Mientras unos reporteros están en la calle, otros están haciendo el visionado. Todos hacen todo tipo de trabajo, por lo que cuando uno está realizando entrevistas, el otro va minutando los vídeos y el siguiente hace el montaje.
Se ve que todos los componentes de este grupo están orgullosos del trabajo que llevan realizando desde hace seis años. Empezaron a emitir el 18 de marzo de 2008 y de forma ininterrumpida, incluso los veranos, y con una media superior al 1.800.000 espectadores. La verdad es que sí, es para estar orgullosos y satisfechos.
Silvia está en ese momento cerrando uno de los temas que emitirán: el frío extremo. Y se está encargando de la labor de producción, buscando testimonios de todas las posibles miradas que se le van a dar al reportaje. Este reportaje lo está haciendo con Sara. Se han repartido las miradas. “Yo estoy con la alergia al frío. Es una enfermedad muy rara y con eso estoy. Buscando a las personas que luego vamos a entrevistar,. Si se adecua al contenido, si vamos a poder grabar…”, señala.
Eso sí, necesitan que haya una ola de frío, que “sería la percha para poder montar el programa. No es solo que un pueblo se quede incomunicado, es poder abrir el abanico informativo y poder contar más cosas. Esperemos que haya un poco de frío”, nos dice entre risas.
Nos cuenta las cosas buenas que tiene este programa. La posibilidad de hacer de todo. “Así somos nosotros quienes controlamos lo que hacemos. Somos nosotros los que concertamos las entrevistas con las personas con quien hemos hablado. Ya las conocemos y eso facilita mucho el trabajo”, señala.
Y las no tan buenas. El programa más complicado que tuvieron fue el Ceuta y Melilla, por la cantidad de burocracia que han tenido que superar. “El mismo mail se lo he tenido que pasar a distintos organismos para que nos dejaran grabar”, asegura, pero como ella dice “nos ponemos el mono de trabajo y sabemos lo que tenemos que hacer”, concluye.
Lo que hacen, en definitiva, es reflejar a la sociedad con distintas miradas.

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